miércoles, 8 de mayo de 2013

Nada que envidiar.



Sentir, has de sentir,
como sienten
el aire, las aves al volar.


¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
Es tu luz la que refleja
y el ocaso es tu guardián
son tus besos, tiernos
el bíblico santo Grial
y tu adiós, eterno,
amargo como el mar.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
majestuosa e imponente pasea
en la estrellada infinidad
y todos los mortales admiramos
su tímido paso, su belleza glacial.
Abre los ojos esta noche
y el celeste paso será vulgar
pues la profundidad de tus ojos
-y ha de decirlo cualquier mortal
en vigilia nocturna apresado-
es la mayor infinidad.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
es verdad vuestra distancia
es sin duda, abismal.
Di una sola palabra
y cualquier regalo será trivial.
¿Ondear allí tu bandera?
tarea fácil, casi banal...
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
Ha de custodiar la noche
nuestro sueño ha de guardar
y día tras día pena
por no poder también soñar.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
No sientas la triste pena
de quien no puede mejorar,
por ser perfecta,
divina cual deidad
¿Acaso por eso
te has de condenar?
No tienes a la luna,
nada que envidiar.

Por: @¿caraocruz?

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