sábado, 25 de mayo de 2013

Femme Fatale

"La poesía es una puta que llamamos sin poder pagar,
 se deja querer y después se posa a mirar 
como el chulo de turno nos da una paliza".

- Pablo Benavente - 

"Y se larga moviendo el culo cuando le da la gana. 
Como queriendo decir: mírame, no
vas a poder vivir sin mí".

- Paula Ramos Mederos - 

Prostituías tus ganas 
buscando algo similar al amor
en otras bocas
que llegaban hasta el fondo
de tus heridas.

No sabían curar; y tú 
te seguías dejando hacer.
Querías intentarlo una vez más.

Te largaste
de aquél lugar
en busca de salidas de emergencia.

Ya no estaba yo
donde te solía esperar
cuando me venías a buscar
porque te apetecía soñar
y volar
sujeto a mis alas.

Me largué
dándote la espalda 
como queriendo no saber de ti;
no queriendo verte más
después de aquella noche
que comenzó tras unas rondas de cervezas.
Y a esa noche
le persiguieron unas cuantas noches más.

Jugamos a cosernos
con los dedos; nos lamíamos
las heridas cada vez más
para borrar sus cicatrices.

Tuvimos éxito.
Lo conseguimos
con aquellas que no entendían 
de profundidad.

Y aún así nos dolía.

Mi vida ha dado un giro
y tú sigues igual,
persiguiendo minifaldas 
para adentrarte en la autopista de sus piernas,
para callejear como perro
todas sus calles
hasta el final.

Luego te abandonas
en la rotonda de la poesía 
en busca de versos donde encontrarte
antes de alquilar otra musa más,
y te mareas
hasta vomitar.

Tienes miedo de eso que llaman soledad.
Encontrártela de frente
cuando vives rodeado de tantas gentes.
Tiemblas y te mueres
por conseguir uno de esos abrazos
que te sujetan el mundo
cuando tú ya no puedes más.

Lloras
queriendo llenarle la vida
a alguna mujer fatal.

Pierdes las cuentas
de todos los colchones que te han visto reír
y bailar
encima o debajo de todas ellas,
y sobre ninguno te han visto despertar.

Tienes toda tu vida sujeta a "ojalás"
que no tienen motivos para cumplirse
si siempre los abandonas a la mitad.

Más luego dices
que te duelen mis poemas
si te ves en algún verso final.



@marisitags

martes, 21 de mayo de 2013

- Por los nadie y por los todo -



Nunca me gustaron los aniversarios, ni en vida, ni en muerte, tampoco me gustaron los San Valentines, ni esas otras fiestas de guardar que dicta nuestro calendario consumista, y no, no es que sea de los que llegan tarde (como hago esta noche...), es que prefiero incluso no llegar, a hacer como vosotros, apareciendo una puta vez a año, porque queráis o no esta vez sí que va a hacer daño.

No entiendo esa razón de exaltar y escupir toda esa marabunta de sentimientos o desencuentros en una fecha marcada en el calendario, por decreto, por costumbre o por continuar el sendero que sigue el rebaño.

NO, no entiendo como habiendo 364 días más a lo largo del año para poder hacerlo con la misma efusividad que ese famoso “Día de...”, nos veamos obligados a resaltar ese día especial como algo imposible de olvidar.

Al igual que sigo sin comprender el por qué todavía después de 6 años, siempre, acabo emborronando la tinta sobre el folio cuando pienso en vosotros, es muy difícil escribir sobre mojado cuando sientes que te vas desangrando poco a poco repasando el pasado.

Imagino que será por los nadie, por los que poco me importa esta jodida fecha, será por los todo, por los que aunque me empeñe en intentar eludirla, hasta el mismo Sol se encarga de recordármela, será por eso por lo que hoy no ha brillado como de costumbre, será que al igual que yo, ha intentado echarle un par y olvidar, pues todavía tiene demasiados días por delante para aliñarse con limón las heridas.

Que ya no necesito más tatuajes, porque éstos no se pueden borrar ni con láser, con vuestras 2 ausencias ya tengo marcada mi piel de por vida, porque si lo hago es solamente por vosotros, porque si de algo estoy seguro es que NADIE que os haya conocido os olvidará y porque fue TODO de vuestra corta, pero intensa vida, lo que perdurará en nuestros corazones hasta la eternidad.

Porque el 20 de mayo iba a ser un día cualquiera, sí, pero nadie es perfecto...
- UnaBarbaCualquiera -

martes, 14 de mayo de 2013

¿Sabe el Villano cuán viles son sus actos?



De nuestro fallo, nuestra mejor baza
Nunca aprendió nadie a base de aciertos
Fallida es la intención de quien no falla
Ímpetu es alma en aquel que espero…

Como un reloj, suizo amigo del tiempo
Llega puntual a su cita con el destino
Concentrado, sus pasos no muestran sus cartas
Cual señor de una fiel victoria ya ganada

“Enfila el florete  -ordenan sus ojos, serenos-
Jamás se demostró hombría con palabras”.
Fue tan difícil con el corazón bombeando nervios…

¡No es hombre, mujer quien se acobarda!
Doblo el miedo y lo escondo, saco pecho,
¡Levanto los ojos!, y se esconde mi alma...



Enemigo mortal, feroz en el feroz fragor de la batalla
Tiempo atrás, codo con codo, lo consideraba
fiel amigo, fiel vasallo, hombre de honor y palabra...
no entiendo su reacción si ejercía mi derecho de pe
rnada.

Afilada, casi asesina es la punta de mi espada
Pero más villana es la suya cada vez que da una estocada
Defiendo, no ataco, ardo en deseos de vivir, y no ataco
Como un joven ladrón, empuño el acero y me tiembla la mano.

-“¡Mis padres me vendieron, bajo fue su precio!
-Brillaba en sus ojos un pecado, su valor: mirra, incienso y oro.-
¡Lucha! Y aprecia la muerte como yo ya no te aprecio”

Su voz, tornada terciopelo, prometía de muerte, tesoros
Y veo su espada, tan cerca de mis ojos, de mi cuello
Reflejado en su acero veo que soy el cordero que acecha el lobo.



Sabio es aquel que pelea, lucha y vence con la mente
Mas no siempre es sabio lo mismo que valiente.
¿Es mi debilidad la culpa de su corazón roto?
¿No sabe que aún amigos, la ley son mis ojos?

craso error pensar en deponer mi vida
en entregarme a sus mandobles…¡a su locura!
Casi gana la batalla el miedo a mi cordura…
-“¡Antes y después de tuya, ella es propiedad mía!

-“has vivido entre algodones y dormido bajo suave lana
Has crecido entre sirvientas y heredados reales…
Siempre has hecho lo que te ha venido en gana.

Lo que por ley me quitaste limpiaré con sangre."
-"¡Toma lo que quieras! y da esta comedia por acabada."
-¿¡quiero tu muerte, y a mí, amigo, me niegas lo que me falte?!”


Por: @¿caraocruz?

viernes, 10 de mayo de 2013

Eras la peor bala de mi historia.


"Voy sin dejar huella donde pise
y sólo las verás cuando me marche.
No te preguntes nunca si te quise,
ni me preguntes
por qué".

- Carlos Salem - 

Ya no te vas a asomar por las yemas de mis dedos
para salir en forma de palabras.
Ni siquiera mis dedos tocarán algún punto más de tu piel.
No,
ya no.

Se queda restringido tu acceso a mí,
te prohíbo 
a muerte
para no saltarme la norma,
porque ya no cabes en esta vida
que un día quiso ser tuya.

Te dejaste desnudar a medias
pero no llegaste a romper las mías, de verdad.
Te vendiste
por unas cuantas palabras
que supe escribirte,
y serán eternas
como un día quise que fueras tú.

Pero tal vez no.
No,
ya no.

Quise hacer de ti
el mayor lienzo sobre el que plasmar
y hablarte de arte.

Quise romper las normas
sin romperte el corazón,
pero mira
al final la que sale arañada,
aunque no lo parezca,
vuelvo a ser yo.

Me sigo guardando páginas en blanco
que nunca completaré con tu nombre,
y esas, quizás
serán mi mayor antología
poética
jamás publicada

la de mi silencio
y mi puntualidad con respecto a tus ausencias.
Esas
a las que nunca solía faltar.

Desnudaste mis miedos casi del todo
y me dijiste que las dudas
era lo peor que podía tener el ser humano,

y yo
las tenía.
A montones.

Te dije que tenía más de mil imperfecciones.

Te hablé de realidades
y tú entendiste cuentos de ciencia-ficción,
sin un final.

Se quedaron cosas en el tintero
que no te supe
-quizás tampoco quise-
decir
ni escribirte
en su momento

mucho menos ahora.

Ojalá te hagan volar
como un día te hice hacer yo
-sin ni siquiera tocarte-,
mejor, incluso.

Ojalá.

Sé de canciones que ahora suenan
desafinadas
y conozco otras formas de vida
en seis cuerdas.
Sé de poemas convertidos en notas de suicidio,
en recuerdos que no se quieren volver a recordar
sin ti.

Sé de poetas
que te versan los humores
en lugar de las heridas
o los sueños,
de sales que ya no curan
sino escuecen.

El mejor remedio es la saliva.

Puto Nacho,
sabe de qué hablo
cuando callo
lo que pienso
al pensarte
en silencio.

Aspira la esencia 
y la realidad de cada verso
cuando quieras recordarme,
cuando me eches
y sea de menos
-que yo ya te estoy echando
de más-

y ojalá no te duelan tiempo después
mis versos, si te leen
porque yo
no será quien te cure todas tus cicatrices
aún abiertas.

Borra todas las fotos
que nunca nos hicimos.
No emprendas ese viaje
del que jamás volvimos.

Detén tus noches
en otro reloj
que quiera contar el tiempo,
que yo he dejado de hacerlo
para seguir viviendo,
sin mirar-te
atrás.

Por favor,
deja de besarme en sueños
si nunca supiste estar 
para quedarte.

Ya no tienes más poemas donde verte.
Esto no es un ensayo, amor
es tu propia muerte.


@marisitags

jueves, 9 de mayo de 2013

Sin-ti-endo


Llegaste a mi como la inspiración 
que me hace escribir esto a las 5 de la mañana, 
por casualidad.

El destino y su disfraz.

No sabía,
lo que le gusta al amor disfrazarse de inspiración.

No sé ir despacio. 
Yo simplemente cierro los ojos y salto.

Aún estoy buscando la fecha de caducidad 
de este amor caducado que sigo sin-ti-endo.

Intentaré dejarlo al sol, a la lluvia, 
para que el tiempo, y el temporal lo averigüen.

¿Dónde te escondes?

¿te escondes?

O, ¿acaso soy yo el que no quiere encontrarte?

¿Puede que te haya buscado desesperadamente por todos lados, pero, con mis ojos vendados?

Puede.

¿Puede que te hayas camuflado 
entre el duro invierno de tu mente, 
esperando que la primavera llegue?

O, ¿acaso soy yo, el buscador de tesoros 
que no quiere coger el que ha hallado 
por miedo a no encontrar otro?

Preguntas y más preguntas y, sin darme apenas cuenta, 
sin dar, me cuesta, de que todo me lleva a ti.

Pero, al cabo y al fin, no justifica los medios

Al fin y acabó, esto es sólo mi filosofía, mi cutre poesía.

O, como me gusta llamarla: mi poesía altern-a-ti-va
Mi filesía.

Y eso, tesoro, es lo nunca va a tener 
fecha de caducidad aunque no sonría.

Porque primero me quiero.
Y luego, te amo.

Porque primero adoro el “cómo".
Y luego, el “quién".

Porque primero soy buscador.
Y luego, de tesoros.

Y, que conste en alma, que adoraba ver a tu boca 
dibujar una sonrisa.

Cuando llame a la puerta la inspiración...
Estaré listo...


para escribir-te.



Att. Un buscador.


de sonrisas.



@imagiinate

miércoles, 8 de mayo de 2013

Nada que envidiar.



Sentir, has de sentir,
como sienten
el aire, las aves al volar.


¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
Es tu luz la que refleja
y el ocaso es tu guardián
son tus besos, tiernos
el bíblico santo Grial
y tu adiós, eterno,
amargo como el mar.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
majestuosa e imponente pasea
en la estrellada infinidad
y todos los mortales admiramos
su tímido paso, su belleza glacial.
Abre los ojos esta noche
y el celeste paso será vulgar
pues la profundidad de tus ojos
-y ha de decirlo cualquier mortal
en vigilia nocturna apresado-
es la mayor infinidad.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
es verdad vuestra distancia
es sin duda, abismal.
Di una sola palabra
y cualquier regalo será trivial.
¿Ondear allí tu bandera?
tarea fácil, casi banal...
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
Ha de custodiar la noche
nuestro sueño ha de guardar
y día tras día pena
por no poder también soñar.
 ¿Acaso tienes a la luna
algo que envidiar?
No sientas la triste pena
de quien no puede mejorar,
por ser perfecta,
divina cual deidad
¿Acaso por eso
te has de condenar?
No tienes a la luna,
nada que envidiar.

Por: @¿caraocruz?

martes, 7 de mayo de 2013

Pudimos y no fuimos.


Incontables batallas salpicadas de cansancio
Daños colaterales irreversibles que aún duran
Heridas cicatrizadas que se abren con una sonrisa
Miradas armadas de explosivo orgullo.

Empuñaste la bandera de un ejército temido
Convencida de estar en el lado correcto
Me eliminaste del mapa con fuego cruzado
Sobreviví en la trinchera, aun herido.

Cambiaron los papeles, el vencedor vencido
Quisiste acabar la agonía con un pacto
Pero la guerra no se acaba firmando un escrito
La guerra se acaba matando al enemigo.

¿Quién es capaz de recuperar lo destruido?
¿Puede un soldado revelarse contra el poder establecido?
¿Es posible la victoria aceptando lo anteriormente perdido?
Cambiaron las armas, pero no cedimos.

Pudimos firmar un pacto y no fuimos capaces
Pudimos matarnos y no fuimos asesinos
Pudimos acabar antes del comienzo
Pudimos querernos y no quisimos.



@diguear


lunes, 6 de mayo de 2013

Con forma de letra


Somos personas cualquiera.
No somos súper héroes.
Somos gente común.
Personas con sueños.
Personas con miedos.
Personas que sonríen.
Personas que lloran.
Personas que aman.
Personas que echan de menos.
Personas que expulsan sentimientos, a base de letras. Dándole cierto sentido.
Dándole orden con caóticas mentes.
Personas que dibujan sonrisas y llantos nostálgicos a partes iguales.
Personas con forma de letras.
Letras con forma de terapia.
Personas que única y exclusivamente escriben lo que sienten.
Personas que escriben algo o alguien.
Personas que adoran el libre albedrío.
Personas que traducen los latidos de sus corazones y más tarde se convierten en alfareros literarios.


Nuestra inspiración es la palpitación.
Nuestros versos son latidos.

Y viceversa.

No somos poetas. Simplemente copiamos lo que nos dicta el corazón.
Al ritmo de sus pulsaciones.

Él tiene todo el mérito

Nosotros te ponemos el papel. 
La tinta y el corazón, lo pones tú.

Pero claro, te ponemos un límite.
El infinito.

domingo, 5 de mayo de 2013

Cenicienta ficción


Con solo ver el escote de tu jersey de cuello vuelto...
Pierdo el norte.
Me vuelvo loco al no verlo
Me vuelvo cuerdo.

Y eso, en pleno invierno.
Imagíname...

Que rápida pasó mi realidad soñada.
Puede que me quedase perplejo mirando tu escote.
Tu precioso escote de cuello vuelto.
No debí centrarme en ello.

Quizás me salté tu límite de velocidad hacia el edén.
El radar de tu situación saltó.
Y no evitó mi/nuestra colisión.
Nadie dió crédito.
Yo tampoco.

En un cerrar y abrir de ojos,
Dejé de vivir mis sueños.

En un cerrar y abrir de ojos,
pasé de inquilino con-fianza de tu corazón,
 a estamparme en su mediana.

En un cerrar y abrir de ojos,
me quedé sin puntos.
Y, los que me quedan,
Son de sutura.

Mi Afán de cenicientas.
Mi complejo de príncipe.

Tal vez, deba actualizar mi cuento de hadas.
O debería decir: de nadas.

Y aqui estoy en el hospital de mi cuerpo,
habitación número complejo,
con solo parte imaginaria,
con puerta al paraíso,
que casualmente dejaste entor-nada.

Ya carente del término real llamado juicio.

Abierta o cerrada.
Jamás entornada.

Habitación número complejo,
donde busco salida de emergencia hacia la cordura.
Entre las cuatro paredes de mi mente,
de una ciudad que se dice llamar Locura.

Eres mi enfermedad, mi cura,
Mi antí-todo.

Y aquí estoy en coma,
que es de todo menos coma,
Imposible punto y seguido.
Puede que punto y aparte.
Quizás punto y final.

Y aquí estoy, en cama,
Esperando la llamada de la esperanza.
A punto de adentrarme en el quihuérfano de los sentimientos
a mi intervención a co-razón abierto.
Sin anestesia.

A pesar de todo, si hay algo que nunca me falla,
esas son:

Las ganas.

Y aquí estoy, en tu cama


En sueños...

Ella no estaba


Ella no estaba - UBC


"Ella sólo le tiene miedo al miedo, y hasta el miedo la amaría".
Carlos Salem.


Ella se deslizaba como patinando sobre hielo, por las aceras resbaladizas de una ciudad más triste desde que se marchó.


Él deshojaba los paquetes de tabaco buscando el “me quiere” en monodosis que a veces, lo dejaban dormir por las noches.


Ella se callaba cada una de las cicatrices que escondía bajo el pecho, la quemaron a fuego lento y las ostias destrozaron sus esquemas.


Él se refugiaba tras un muro dinámico, con destino opuesto a sus pesadillas.


Ella sonreía a medias, las que él, no le quitaba.


Él lloraba por las noches jugando al escondite con el insomnio. Contaba hasta cien y salía a buscarla con los ojos vendados,  olfateando la miseria.


Ella sonreía en salas repletas de personas vacías y bailaba entre abrazos de media noche que duraban cinco minutos.


Él dibujaba armas de fuego y las cargaba con palabras. Después se disparaba a quemarropa. 


Ella no era la musa del no te vayas nunca y Él no sabía correr si no era frente a su espalda.


Él pasaba como una tormenta sin opción a ca(l)ma, se automedicaba con la ansiedad, (no se puede luchar contra ella)  y desteñía los colores de su ropa.


Ella cambiaba de peinado pero no de perfume.


Él rastreaba cada una de las moléculas de su aroma.


Ella escondía el destino bajo su falda.


Él dejó de creer en las casualidades desde que escuchó el compás nervioso de su cucharilla contra la taza de café.


Ella dilataba sus pupilas.


Él multiplicaba la parte real de sus derrotas por la componente imaginaria de sus mentiras.


Ella irradiaba miradas y desprendía retinas ajenas.


Él caminaba más despacio y arrastraba los pies a solas por los lugares que los vieron crecer.


Ella no estaba.


Él borraba el arcoíris que Ella había dejado sobre su almohada. Curaba con alcohol barato las cicatrices que sus huellas habían provocado en cada una de las esquinas de su sistema nervioso.


Ella  no estaba.


Ella no estaba.


Y Él
ya no sonreía. 

J.

Cansada de creer que todavía estás.



Amor
no se si despedirme,
he de ser sincera,
esta inseguridad
el no pertenecernos
me agota
como a la vela de ese cumpleaños
que jamás se llegó a celebrar.

Me asaltan las ganas de
llorar
y de verte
de empapar tu camisa
con el agua salada
de mis océanos.
Pero para qué. Pregunto.
Si nunca
invadieron mis revoluciones  
tus costillas,
para qué si hay alguien
que siente la soga en la garganta
solo con leerme.
También por eso.

Fuiste
No-eres

Este no querer ver en lo que me he convertido
me aplasta las mariposas
me hace insensible a tu mirada
(supongo que rompimos demasiados espejos)
y la comprensión
de las paginas en blanco
de la tinta sobre la piel
versos que se me clavan
en el corazón
pero no son los tuyos
porque tu no escribes
tu no sangras
tu co-razon no palpita.

Vivimos tan alejados tanto tiempo
que no consigo
y lo intento amor
te juro que lo intento
acercar tus ojos a la poesía,
no encuentro en tus palabras el silencio.


La incomodidad de orgullo
que no dejó cicatrizar mis heridas
ni olvidarte.
Desapareció.

Y todo este derroche de razones inconexas
solo para decirte todo lo que no puedo
cuando te tengo delante,
porque ya no te tengo.

Supongo que al final
no mereció las penas.


@godoy_nati


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¿Ha merecido las penas? 



Has aprendido a masticar ausencias,
como si de un chicle se tratara.
Una y otra vez
hasta que dejas de saborearlas. 

Y la parte más insípida de lo que eras
sientes que nubla la cima,
de lo que crees ser ahora.

Ser o sed, es la cuestión.

La sed de versos, 
de que te versen como un torbellino,
un domingo en una azotea
y que la ropa tendida salga volando. 

Y que tiendas tu mano
y te pongan en la mano el mundo.

Porque lo de comer con cubiertos
suena demasiado civilizado,
para unos canívales de sueños. 

Por la noche
sueñas con dormir mientras el in-somnio
significa en voz baja:
"dentro de un sueño".

Ahora sientes,
el efecto de haber tragado gusanos:
lo de las mariposas aplastadas en el estómago
es provocado por la mienta-morfosis.

Y el capullo queda dentro.

Ahora dime:
¿Ha merecido las penas?



                      J.