martes, 15 de octubre de 2013
De ti
Supongamos que hablo de ti,
de la noche que quisimos arder
o de la oposición de nuestra piel,
que ahora,
será ignífuga a otros cuerpos.
Volver significa haberse marchado,
no lo olvides.
Te escribiré una carta a color rojo error,
mientras pienso que quizá seas
el mayor de ellos en mi vida,
por haber llegado a ti
o por no haberme quedado a vivir contigo.
Podría emborronarlo todo de piropos,
salpicarte mis dudas,
y empujar tu cabeza contra el fondo
cuando intentes respirar en mis profundidades.
Te dije:
-No quiero que me recuerdes toda la vida.
Pero mañana si quiero que lo hagas.
Me has visto sonreir y saltar de alegría,
pero también has conocido el tornado de tristeza que me acompaña,
el torbellino de dudas con las que juego al escondite
y el huracán de sentimientos que soy capaz de crear soplando.
Ahora duermo con el armario abierto,
porque los monstruos ya han salido.
Les he hablado de tí,
y se han marchado llorando.
Te llevo tatuada en la piel
y tú,
quizá aún me conserves en el cuello.
Perdón por todo lo que no podemos hacer.
Gracias por la luz,
y por hacerme volver
a creer en la magia.
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